Recomendaciones para la formulación de las competencias:
Con la finalidad de dar la máxima claridad posible y de orientar tanto al profesorado como a los estudiantes, conviene que la formulación de las competencias –su enunciado-, sea fácilmente identificable en clave de competencia y de finalidad. Con este objetivo, una opción que se manifiesta satisfactoria es utilizar de forma sistemática verbos de acción en infinitvo, para formular el enunciado de las competencias, de modo que se indique, de forma inequívoca, cuál es la acción que se pretende que el estudiante sea capaz de hacer.
A modo de ejemplo, para formular competencias se puede pensar en verbos como:
Analizar, aplicar, evaluar, catalogar, comunicar, crear, desarrollar, diagnosticar, diferenciar, dirigir, diseñar, elaborar, ejercitar, hacer, formular, gestionar, identificar, integrar, interpretar, investigar, mostrar, muestrear, planificar, razonar, redactar, resolver, respetar, ser capaz de, utilizar, etc.
De esta lista de ejemplos se ha querido excluir expresamente verbos del estilo de saber y conocer, al entender que pueden inducir a pronunciar lo que quizás son más propiamente contenidos de competencias. Por otra parte, se ha considerado que para llevar a cabo cualquiera de las actuaciones a las que se refieren los verbos propuestos, tiene que existir unos saberes y unos conocimientos de forma implícita.
En contraposición a este criterio para el enunciado de competencias, se propone enunciar los contenidos mediante sustantivos (por ejemplo: conocimiento, diagnóstico, análisis, investigación, interpretaciones, diferencias, etc.). Con el fin de obtener una composición esclarecedora del diseño de la asignatura, es importante hacer un esfuerzo para conseguir esta diferenciación.
Algunos ejemplos de enunciados de competencias podrían ser:
Ejemplos de competencias específicas:
Ser capaces de realizar un análisis del diseño de una CPU determinada según los modelos básicos de arquitecturas de Van Neumann y de Harvard.
Aplicar técnicas para recoger información sobre el funcionamiento de los individuos, grupos u organizaciones.
Utilizar los conocimientos teóricos para interpretar la realidad.
Utilizar programas informáticos para realizar modelos matemáticos aplicados al estudio de las poblaciones.
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