Orlando Ayala, presidente Mundial de Negocios Emergentes de Microsoft y una de las tres patas que dirige la multinacional de Bill Gates, confiesa que la idea surgió «en cuestión de seis semanas, durante un café en Seattle». «Esta habitación –en el tercer piso de las oficinas anexas al antiguo Palacio de Deportes, donde recibe a ABC– estaba llena de cables, es increíble ver que cuando la pasión y el consenso se unen se pueden lograr cosas alucinantes», admite.
–Tienen más de cien centros de innovación, ¿por qué han apostado por Madrid para instalar su matriz?
–Salí de Colombia hace 30 años, he visitado 122 países y me he enganchado en discusiones sobre deporte con gente de todo el mundo, pero en ningún sitio se vive con la pasión que aquí. La otra clave ha sido el clima de colaboración que nos hemos encontrado: el apoyo de la Comunidad fue clave.
–Y la elección del Palacio de Deportes tampoco es casual...
–Buscamos una localización accesible a todas las empresas participantes. Además, este es un lugar emblemático, aquí se celebran los mundiales de baloncesto y pasan un millón y medio de visitantes. Todo ello se combinó con la disponibilidad del recinto. Fue una gran casualidad para todos.
–¿Está España rezagada especialmente en innovación en el deporte?
–No especialmente. Creo que el potencial tecnológico aún no ha tomado una gran ventaja en el sector de los deportes a nivel mundial. El deporte en España aporta el 2,1% del PIB. No veo la razón por la cual, gracias a la tecnología, no llegase a ser el 5%. España ya es una potencia en deportes y si a eso le sumas las capacidades del mundo digital, se convertiría en un país mucho más fuerte.
–En 2010, usted presentó junto con la entonces presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, los primeros quince centros de Secundaria que apostaban por la enseñanza digital. ¿Cree que la escuela pública debe apostar por la escuela tecnológica?
–Totalmente. Si no entregamos a los niños, desde edades tempranas, la posibilidad de aprender de otra manera, nos rezagamos todos. El aprendizaje ya no puede ser unidireccional, sino multidireccional. Honestamente, no basta con repartir ordenadores y tabletas en la aulas, este no es el camino para transformar la educación. Hay que hacer hincapié en el maestro, en cómo enseña, en cómo utiliza la tecnología para acompañar al niño.
–Entonces, no basta con repartir tabletas entre los estudiantes para mejorar los resultados académicos.
–No, en absoluto. Se necesita pedagogía, que el currículum se centre en potenciar la curiosidad del niño. Que todo gire en torno al niño, y no al revés.
–¿Cree que España va tarde en este sentido?
–Son pocos los países que han logrado transformar su realidad para hacer de la educación un motor de innovación, generación de patentes, científicos y de crecimiento económico. Yo no diría que España está horrendamente peor que otros países de Europa, pero sí sé que hay mucho trabajo por hacer.
–¿Qué necesita Madrid para convertirse en una referencia mundial en innovación tecnológica?
–Yo diría que un consenso de la sociedad civil. Porque dinero suficiente hay, la cosa es cómo se gestiona. Madrid –y España en general– necesita un diálogo continuo, estructural entre las empresas privadas, el gobierno, entidades académicas, etc. Es difícil de alcanzar pero es absolutamente necesario.
ABC
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