Masivo proyecto de educación superior a través de la Web

Numerosas universidades se han asociado a un ambicioso proyecto para hacer accesible algunos cursos superiores a las masas de todo el mundo.

El fabuloso potencial del Internet está siendo utilizado con éxito para un ambicioso proyecto que aspira a cambiar para siempre la educación superior, un campo que había sido poco afectada por las nueva tecnología excepto por algunas ofertas de cursos en línea y dudosos certificados de universidades sin sede, todo a un cierto costo, por supuesto.


El nuevo proyecto, cuyos pioneros habían sido las universidades de Harvard y MIT con su proyecto EDX a principios de año, ha sido recogido y lanzado por una nueva empresa llamada Coursera, fundada por dos especialistas en computación de la Universidad de Stanford y financiada por la empresa privada, que ha logrado una sorprendente participación de una docena de importantes universidades del norte, a las que se les han unido incluso unas de Canadá, Escocia y Suiza. Se trata de prestigiosos centros de estudio superior como los de Michigan, Princeton, Stanford, Pensilvania, California, Illinois, Washington, Virginia, Georgia, Johns Hopkins, entre otros, con posibilidad de que la lista se amplíe en el futuro con universidades de otros países. Los de habla hispana también han mostrado interés en el proyecto, en el cual se ofrecen más de cien cursos gratuitos en carreras populares como ciencias e ingeniería, consistentes de textos y videos en línea, e incluso con clases grabadas de prestigiosos profesores. Eventualmente, la oferta se ampliará a otras carreras y temas.

Cursos gratuitos sin crédito académico

Lo que llama la atención del proyecto es la gratuidad de los cursos, a los que puede accederse cómodamente por Internet a cualquier hora, con lo que los estudiosos pueden aprender materias de estudios superiores a su propio ritmo y sin asistir físicamente a costosas clases en institutos formales. Era algo al cual se había resistido los centros más prestigiosos, quizás temerosos de perder asistentes a sus instituciones o cierto prestigio por ceder a lo que parecía una moda pasajera. Pero aparentemente, la inscripción en dichos centros no ha sufrido, dada la preferencia de los más pudientes de asistir a clases formales y lograr un título legal. Mientras tanto, los profesores se muestran satisfechos de que sus cursos llegan a muchos estudiantes alrededor del mundo.

Dichos centros han tenido que ceder a esta tendencia de democratización de la enseñanza, aunque en un principio otorgan sólo “certificados de suficiencia” de dichos cursos, sin que éstos correspondan a los créditos académicos que conducen a títulos universitarios. Pero ya está en marcha un sistema de exámenes comprobables, que implicarían la asistencia eventual a centros autorizados o una vigilancia por sistemas de video en tiempo real como el Skype, con lo cual obtendrían el ansiado “crédito”, aunque sea pagando una módica suma para financiar los gastos involucrados. Asimismo, se vislumbra –también a un costo módico- la consulta oportuna a “tutores académicos” que pueden quitar dudas a los interesados, revisar tareas, discutir la dificultad de problemas y lograr una mediana interactividad, algo muy deseable y que caracteriza a los cursos presenciales. Quizás la falla que más adolecen es la posibilidad de realizar pruebas de laboratorio o prácticas supervisadas.

Analítica

Compartir :

Siguiente
« Post previo
Previo
Siguiente »
0 Comentarios