Hacia los métodos participativos

En el proceso de enseñanza aprendizaje esta unidad indisoluble se expresa a través de la organización del aprendizaje como actividad conjunta, grupal,  donde el grupo rescata para el aprendizaje el momento de la relación con el otro, de la realización del vínculo social de los participantes en el proceso de la actividad de aprendizaje, como manifestación  y expresión de la formación y desarrollo de la personalidad.

Es en este sistema de actividad y comunicación, de interacción y diálogo, que el estudiante aprende, construye sus valores, configura su mundo interno, al incorporarse a un sistema más amplio, complejo y con nuevas perspectivas desarrolladoras, lo que permite enriquecer su mundo espiritual, su sistema dinámico de sentidos, en tanto a través de los procesos comunicativos, interactivos, no solo se intercambian informaciones, ideas, conceptos, sino formas de relación afectivo-valorativas con el fragmento de la realidad que ellas representan: actitudes, valores, sentimientos, intereses.
El proceso educativo como proceso dialógico, comunicativo, supone no solo el intercambio de información, la interacción e influencia mutua, el conocimiento y comprensión entre profesor y estudiantes y el desarrollo de relaciones empáticas, que posibiliten un clima adecuado de aprendizaje, sino también prever todas las posibles oportunidades de participación activa y consciente de los estudiantes en su propia formación, enfatizando el papel mediatizador del lenguaje en el proceso de interiorización de los valores, en la formación no solo de significados, sino de sentidos personales.

Trabajar la formación de valores a través de los métodos participativos requiere partir  de los objetivos, considerando que estos orientan la actividad del profesor y del estudiante, elaborados en función de las exigencias de la época y la profesión y que realmente propongan las acciones concretas a ejecutar por el estudiante.

El logro de los objetivos depende, por una parte de la forma en que se estructuren y trabajen los contenidos, que el estudiante logre determinadas transformaciones como producto de su actividad sobre el objeto de conocimiento y del sistema de relaciones que entre ellos se establecen, por otra parte le corresponde al docente a través de la organización del proceso lograr el vínculo entre estas categorías. Se trata de encontrar “las vías, procedimientos y medios sistematizados de organización y desarrollo de la actividad del grupo de estudiante para el óptimo aprovechamiento de sus posibilidades cognoscitivas y afectivas”.

La conferencia tradicional como monólogo del profesor solo consigue conocimientos parciales y reproductivos. En la medida que el proceso se organiza a partir de la actividad del estudiante en una relación dialógica profesor-estudiante y estos entre sí, donde el profesor orienta y dirige convirtiéndose en un organizador de la actividad, orientando al estudiante en todo momento a través de las diferentes formas de trabajo docente, se logran conocimientos productivos, creatividad y solidez.

Se debe partir de las características de los métodos participativos, lo que implica las posibilidades que brindan para que los estudiantes ejecuten la tarea docente:

1. Permiten hacer realidad el principio del vínculo entre los conocimientos teóricos y su aplicación práctica.

2. Los métodos participativos estimulan la reflexión, el espíritu investigativo, la creatividad, la actitud crítica, la independencia cognoscitiva, el autoaprendizaje.

3. Permiten la interacción entre profesor-estudiante y estos entre sí.

4. Los métodos participativos eliminan el paternalismo.

5. Permiten el desarrollo de relaciones interpersonales, cooperación, conocimiento mutuo, influencia mutua.

6. Las tareas que se llevan a cabo a través de los métodos participativos requieren un mayor esfuerzo por parte del alumno, propiciando la necesidad de trabajar con actitud responsable, tenacidad, colectivismo, enfrentar dificultades.Un aspecto fundamental a tener en cuenta en la aplicación de esta estrategia es la correcta selección de los métodos. No se trata del método por el método, ni del “activismo” del proceso, sino de hacer uso de las posibilidades que brindan determinados métodos para el desarrollo de valores en correspondencia con las particularidades de la asignatura que se trabaje. Tampoco se trata de hacer uso de una gran diversidad de métodos, se debe considerar incluso la repetición de aquellos con los cuales se logren los objetivos propuestos.

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