El objetivo en su realización práctica

La delimitación de los objetivos con las exigencias anteriormente señaladas no debe conducir al profesor a utilizarlos con carácter inflexible y mecánico, queriendo a toda costa lograrlos en la práctica de la enseñanza. Tal instrumentación en el proceso  implicaría negar la dimensión de la práctica; de las condiciones en que se produce el proceso, y las características particulares de los sujetos participantes. Es decir, el dinamismo del "aquí' y ahora" del proceso de enseñanza-aprendizaje, tan señalado actualmente por diferentes tendencias pedagógicas que revalidan el papel de lo contextual, de lo situacional y de lo individual en este proceso .

Por el contrario, los objetivos así formulados deben plantearse ante los estudiantes como un proyecto a lograr que ellos puedan modificar, eliminar o incluir otros, siempre que estén en la dirección de las finalidades más generales a lograr. Este trabajo de búsqueda de participación del estudiante en el propio proceso de formulación de los objetivos permite concretarlos en función de los intereses y posibilidades de los estudiantes, y lo que es más importante, posibilita el logro de una mayor implicación del  estudiante en el proceso de su aprendizaje.
El carácter general del objetivo permite estas precisiones y particularizaciones que a su vez flexibilizan su utilización, sin renunciar a las amplias finalidades que todo proceso de enseñanza-aprendizaje se propone alcanzar.

Es necesario a su vez considerar que por las múltiples determinaciones que tiene el proceso de enseñanza se logran de hecho en la práctica gran diversidad de efectos educativos no previstos, algunos positivos otros no deseables. Esto nos demuestra la riqueza del proceso de realización en la práctica del proceso de  aprendizaje que no puede quedar atrapado en una relación de  objetivos planificados con antelación. Esta realidad debe tenerse en cuenta no sólo en el momento de realización del proceso, sino también de la evaluación, que debe ser igualmente flexible y abierta, con el fin de tener en cuenta lo logrado en el es¬tudiante aunque no haya sido previamente concebido.

Si bien la definición de los objetivos influye en la selección de los contenidos a tratar, la problemática relacionada con este componente del proceso pedagógico tiene también otras determinaciones. En el capítulo que a continuación se presenta se analizan estas diversas fuentes de selección, la cuestión de la estructuración de los contenidos, así como la tipología de posibles contenidos a incluir en la formación del estudiante.

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